Debemos volver a dar espacio en el alma de los pueblos, a una utopía que pueda albergar valores como el amor por la criatura humana, la justicia, el sentido del honor y de la vergüenza, la honestidad, el respeto por los demás, la búsqueda del sentido sagrado de la vida. Nuestra sociedad se ha visto hasta tal punto golpeada por el materialismo su espíritu ha sido corroído de tal manera por la injusticia y la frivolidad, que se vuelve casi imposible la transmisión de valores a las nuevas generaciones. ¿Cómo vamos a poder transmitir los grandes valores a nuestros hijos, si en el grosero cambalache en que vivimos, ya no se distingue si alguien es reconocido por héroe o por criminal? Y no piensen que exagero.
(Ernesto Sabato, "El consumo no es un sustituto del paraíso")
2 comentarios:
La naturaleza en toda su exuberancia, su libertad y su salvajismo es belleza pura.
Wow, despues de 20 años vuelvo a mirar Coronillas y su naturaleza!!
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